2014/09/19

De esos días que uno no quiere olvidar


Con esa sensación de parciales y entregas en el ambiente, hoy fue de ésos días que uno quiere simplemente atesorar.

Empezó con el encanto de las sábanas mientras mi despertador sonaba cada vez más fuerte, las 6:50 de la mañana, con el brazo pesado por la flojera usual que me provocan las clases ultimamente, y con los ojos entre cerrados aún, logré programarlo para poder quedarme 10 minutos más a disfrutar de mi cama.

La rutina siguió como cualquier otro día, bañarme, regresar a la cama, vestirme, hacer el intento de peinarme como cualquier otro día, desayunar y salir a la escuela para mi clase, todo usual hasta que llegué al salón de clases, las 9:03, fui la primera en llegar, la puerta estaba cerrada y las luces aún apagadas, eso no es normal, nunca soy la primera, confundida me pregunté si es que hoy teníamos clase, me dije a mi misma que obviamente si, hoy es la entrega parcial, y sin embargo nadie llegaba, dejé mis cosas en mi lugar usual, la segunda banca de la hilera de la izquierda, solo tomé mi celular y mi credencial, esa mala costumbre mía de llevarme ambas a cualquier lugar al que voy del campus, los necesite o no, siempre los cargo.

Salí del edificio, por si me topaba con algún compañero poder preguntarle si teníamos clase, suelo ser callada con la mayoría pues no hay mucho que compartir sin embargo me gusta mantener un trato cordial, y nadie llegaba, vi al jugador del equipo representativo, le pregunté si hoy había clase, y el afirmó, pero yo aún dudosa decidí caminar más allá, solo para no sentirme tan sola, luego de media vuelta volví al salón y ahí estaban, el resto de mis compañeros, y mi maestro, me sentí aliviada por el hecho de no haberme equivocado, aunque un poco decepcionada, lo que hubiese dado por extender el tiempo en mi cama.

Nos cambiamos de sitio, mi equipo y yo, hacia la cabina de audio, teníamos que editar un vídeo pero no me esperaba lo que seguía. Un amigo con quien llevo esa clase y afortunadamente también somos equipo, se me acercó y me dijo "Te reto a una pelea pokémon" y entre los hechos de la madrugada puse el cartucho de pokémon en mi 3DS solo por impulso y por dudas ya que él me había preguntado la semana anterior si ya lo había terminado, y así fue como tuve mi primera pelea pokémon, la cual puedo decir que perdí, perdí horrendamente, la primera ronda por un ataque que no salió bien: 1-0, y la segunda por poca misericordia de su parte y falta de táctica de la mía: 4-0, no sé ni qué más decir solo que fue extremadamente divertido, entre carcajadas, ataques, y amenazas dieron paso a este día que se fue volviendo de aquellos que no quiero olvidar.

1 comment:

  1. Adoro tus post ;w; tu forma de relatar es como bien linda. Esta vez como que mantuviste un suspenso para saber porque fue tan bueno tu día jajaja no sé, me encantó, espero que tengas más días así.

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